lunes, enero 17, 2005

a la pastora.

… Léelo cuando estés en tu cama, sola, mientras las sábanas acarician tu cuerpo, te rozan tiernamente... sensible y dispuesta, te abandonas al sueño.


Puedo escribir lo versos mas dulces esta noche
(donde he oído esto?...)
tenerte entre mis manos
cantándome al oído.

A veces te quise
y a veces tu también me quisiste,
cual ángeles desnudos
viviendo eterno abrazo

(En noches como esta
sale la luna y canta...)

Mi piel;
mis esperanzas;
tersura entre tus muslos,
rozándome los labios.

Como olvidar Macondo y sus estrellas
aún si aquello fuera solo un sueño,
un sueño son tus ojos,
tus pestañas

Despierto... ahí estás tú
y en mí te quiero.

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